Una vez más OSDE es obligada a reafiliar a una beneficiaria a la cual le había dado la baja por no haber denunciado su auto percepción de género, como si la sexualidad fuese una patología.
En una secuencia digna del siglo XIX, OSDE procedió a dar la baja acusando a su afiliada de haber ocultado su condición o percepción de género, negando la vigencia de la Ley de Identidad de Género implícitamente.
Si bien en las idas y vueltas del intercambio epistolar comienza a dar vuelta a su posición jurídica bochornosa de inicio, finalmente la acusa de no haber denunciado antecedentes de una mastoplastía, que aún en el peor de los casos, en nada obstaba a seguir manteniendo la afiliación.
El alegar una preexistencia, enfermedad, OSDE quedó presa de su propia ilegalidad, dado que en todo caso una operación de “lolas” lejos está de ser una enfermedad preexistente, sino una práctica bien “reparadora”, como en el caso de cáncer de mamas, o bien “estética”, en caso de embellecimiento.
Fue tal la brutalidad de OSDE, que en una carilla aproximadamente, el Juez termina otorgando la medida cautelar ante una posición jurídica a todas luces indefendible.
Nuevamente el Contador Público de OSDE tomó esta decisión en base a una operación por la Identidad de Género de la beneficiaria que OSDE debía cumplir.
Ver el fallo aquí.